Se utilizan de modo parecido a los paréntesis que incorporan información complementaria o aclaratoria.
Tiene diferentes usos:
Si dentro de un texto que va entre paréntesis es preciso
introducir alguna nota aclaratoria, se emplearán los corchetes
y no otro paréntesis. Es decir, los paréntesis van por fuera y los corchetes por dentro. Ejemplo: Una de las últimas novelas de Saramago (si bien son muchos los que consideran que su mejor obra ha sido “El año de la muerte de Ricardo Reis”[1984]) fue el "Hombre duplicado"(2002). Este orden de inclusión se invierte en las formulas matemáticas o químicas donde los corchetes encierran operaciones que contienen otras ya encerradas entre paréntesis: [(8 + 4) x (6 + 9)] - (7 - 3)
En obras de carácter lingüístico, se usan los corchetes para encerrar las transcripciones fonéticas. Ejemplo: cama [káma].
Cuando en un texto transcrito se omite una parte del original, ya sea una sola palabra o un fragmento se utilizan los corchetes para encerrar tres puntos suspensivos [...].
En poesía se coloca un sólo corchete de apertura
delante de las últimas palabras de un verso para señalar
que no caben en la línea anterior. Ejemplo:
Gallo mil veces recordado.
Leyenda de un pueblo oprimido.
Testigo de afanes apasionados.
Notario de compromisos
[incumplidos. (Juan Antonio Marín)
En la transcripción de un texto, se emplean los corchetes para marcar cualquier modificación en el texto original, como aclaraciones, enmiendas o adiciones. Ejemplo: bajó a la fo[s]a en cuanto pudo. [En el original, foca].